Durante esta semana, la primera de septiembre, muchos de nosotros volvemos a nuestro puesto de trabajo y a las rutinas propias del día a día. Detrás han quedado las vacaciones y el nuevo curso comienza cargado de tareas, retos, objetivos…

En ocasiones sucede que los primeros días de rutina nos encontramos cansados, lentos y con poca energía; eso que muchos han llamado el “síndrome post vacacional” es en realidad un proceso natural de adaptación a la rutina.

No obstante, a continuación os damos algunos trucos para hacer este proceso más ligero y llevadero:

No te exijas más de lo que realmente puedes dar, ¡de lo contrario te frustrarás!

Recupera las tareas de manera progresiva, hacerlo todo de una puede generarte sensación de ansiedad. No es necesario que vuelvas al gimnasio todos los días de la semana, puedes empezar yendo 2 días a la semana e ir aumentando la frecuencia.

Plantéate un objetivo o un reto al día, que sea alcanzable y felicítate cuando lo hayas conseguido

Mantén un rato al día de disfrute veraniego; por ejemplo tomarte una horchata, darte un baño en el mar o la piscina, salir a pasear… ¡realmente el verano no ha terminado todavía!

Si tienes niños, además también tendrás que encargarte de ayudarles a ellos a volver a la rutina, tras sus largas vacaciones. Es probable que tengan los horarios desajustados, poca habituación a las tareas y al esfuerzo… Lo mejor es que crees un periodo de adaptación de manera que:

Les acuestes y levantes a una hora similar a la del colegio.

Que de manera gradual y progresiva, aumentemos el numero de tareas que implican esfuerzo al día.

Es importante que vayamos reajustando la alimentación de manera que recuperemos los hábitos sanos, si es que los hemos perdido, tales como merendar o almorzar una fruta, tomar menos chuches y bollería.

Hablar con ellos en términos positivos de lo “guay” de volver al cole: volver a ver a los compañeros, volver a sus profes preferidos, recuperar alguna tarea que les gustara mucho hacer como botar a la comba o jugar a fútbol en el patio.

Escuchar sus expectativas con respecto al curso, si tienen algún objetivo que deseen cumplir, como por ejemplo, mejorar la caligrafía, y ayudarles a pensar de qué manera lo van a hacer.

Programar junto a ellos las actividades extraescolares, teniendo en cuenta su opinión y sus gustos.

¡CLÍNICAS AVANZA OS DESEA FELIZ REGRESO!

 

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