En los últimos años he sido testigo de la forma de vivir de la mayoría de las personas en la actualidad, con prisas, esforzándose por ser mejores, trabajando duro para conseguir sus objetivos, dedicando horas y horas para conseguir resultados que agraden a los demás, etc. Parece que la inercia de la vida ya nos empuja a hacer siempre todo lo posible para ser los mejores en todo, dietas, estudios, sabiduría, trabajo, habilidades… y parece que nunca es suficiente. Todo para agradarnos a nosotros mismos y al resto. Todo esto nos demuestra que algo anda mal, pero, ¿y si empezamos a hacer lo posible para encontrar lo que nos hace genuinamente felices?.

Seguramente hayáis escuchado el dicho ”No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, y siempre lo relacionamos con trabajo, labores o recados. Pero, ¿y si aplicáramos ese dicho a nuestros valores, felicidad y a nuestro bienestar?. Quedará una frase que te invitará a pensar ”no dejes para mañana tu bienestar”. Tenemos una tarea pendiente, y es la de escucharnos y cuidarnos.

Es algo tan simple como pisar el freno de nuestras frenéticas vidas/pensamientos, y escucharnos, que lo hacemos muy poco, y buscar en nuestro interior lo que de verdad nos gusta, algo que añada un verdadero valor  a nuestra vida, alguna cosa con la que disfrutemos sin que la meta final sea agradarnos a nosotros mismos o a los demás, sino que sea algo con lo que realmente disfrutes y te despeja la mente de tu vida diaria.

Encontrar ”eso” tan especial solo requiere parar y tomar conciencia de nosotros mismos. Para ello, hoy os voy a hablar de una técnica llamada ”clarificación de valores”. Se trata de una de las partes que componen las terapias de tercera generación, y está siendo utilizada con éxito para complementar terapias psicológicas actuales y clásicas.

La clarificación de valores es también usada con personas que atraviesan momentos de incertidumbre en los que no saben qué camino escoger, o periodos difíciles en los que le hace falta encontrar un estímulo positivo en su vida para sentirte más animados. Esto significa, que su uso también es aplicable a personas con diferentes patologías físicas o psicológicas.

Esta técnica puede brindar una oportunidad para que las personas reflexionen sobre sus dilemas morales y personales, ya que permite analizar y clarificar los valores de cada uno. Este proceso puede ser útil para el mejoramiento personal, pudiéndose aplicar a la vida familiar, laboral, amorosa, espiritual, bienestar, etc. Se trata de reorientar a las personas en la dirección que sea valiosa para ellas. Se incita a las cuestiones ¿qué quiero hacer con mi vida?, ¿qué dirección deseo tomar?.

Los valores personales, son entendidos como una guía de actuación y de toma de decisiones para caminar en la dirección de la realización personal, pues ayudan a promover los cambios significativos y positivos en la vida. Esclarecer las cosas que verdaderamente son importantes para uno mismo y para dirigirse hacia ellas. En psicología se trata de facilitar al paciente las condiciones para que pueda clarificar sus metas en la vida en términos de sus valores. Se pide al paciente que indique qué terrenos le son valiosos (familia, amistad, etc.), y qué dirección cree que serían los adecuados para llegar a ellos. Se le pide que especifique las razones o motivaciones que dirigen sus acciones.

Dicho todo esto, os invito a hacer un ejercicio, un breve resumen de lo que hacemos los psicólogos en consulta con la clarificación de valores. Coger papel y lápiz, y plantearos estas cuestiones:

1. Escribe una lista de valores en los que te quieras centrar y jerarquízalos.
2. ¿Si pudiera cambiar algo de mi vida qué cambiaría?, ¿puedo cambiarlo?, ¿por qué no lo hago?, ¿por qué esto es importante para mí?, ¿cómo voy a hacerlo?.
3. ¿Qué me gustaría hacer?, ¿puedo hacerlo?, ¿por qué no lo hago?, ¿por qué esto es importante para mí?, ¿cómo voy a hacerlo?.
4. ¿Qué quiero hacer con mi vida?, ¿qué dirección deseo tomar?, ¿por qué no lo hago?, ¿cómo voy a hacerlo?, ¿por qué esto es importante para mí?.
5. Si en alguna de las respuestas, has escrito algún ”pero”, analízalo, porque puede ser el motivo por el que aún no te has dirigido hacia esa meta, pregúntate si ese ”pero” tiene más prioridad de la que tiene el valor que quieres perseguir. Si es así, busca una solución y escríbela, porque esa solución si no te sirve en la actualidad, te puede servir en un futuro.

Estas preguntas pueden servir como ejemplo para elaborar vosotros mismos vuestras propias preguntas sobre aquel tema que queréis tratar.

Una vez contestadas estas preguntas que os ayudarán a ordenar las ideas en vuestra cabeza, podéis incluso retocar y cambiar el orden de vuestra lista de valores.  A continuación os invito a tener un dialogo socrático con vosotros mismos con las respuestas dadas en las preguntas. Y para finalizar, lo que saquéis en claro de ahí, tomarlo como guía para desarrollar vuestra marca personal y empezar a trabajar y a orientaros hacia esa meta, veréis cómo encontráis algo que merece la pena para vosotros, y que espero que lo sigáis.

Que lo disfrutéis.
Elisa.